martes, 17 de marzo de 2009

Colombia: La alegría de pensar


Universidad Autónoma de Colombia, Revista Numero Ediciones, Bogotá, 2008, 334 Pág.

LECTURAS MULTIPLES DE NUESTRA REALIDAD

“El trabajo del critico no es buscar libros mediocres; es identificar los excelentes que llegan a sus manos y dar cuenta, lo mejor posible, de sus excelencias.”
Hernando Valencia Goelkel

Con el cambio de siglo, se presenta en Colombia un fenómeno interesante, el cual consiste en repensarse desde adentro, desde su historia documentada, desde sus personajes, pensadores e intelectuales. Es así como se producen libros de diversa índole que entran en el difícil proceso de acercarse a la realidad nacional desde ópticas multidisciplinarias. Se diría que Colombia, en su encrucijada de violencia, producto de su ignorancia histórica y de la complejidad de fenómenos que la sacuden a diario, necesita con urgencia mas diagnostico, más consensos, más explicaciones racionales a los complejos fenómenos sociales que la caracterizan. Colombia también es una marca, es nuestro equipo de fútbol, es las manilleras y los escudos en las solapas, y es también una preocupación cotidiana que va desde mirar los titulares de los periódicos todos los días, hasta ver que libros se producen sobre nuestra realidad inverosímil y violenta. Ya se trate de marketing, violentología, Colombia es una fuente inagotable de fenómenos históricos y sociales que merecen la pena ser analizados mas allá de las triviales circunstancias en que parece desenvolverse los fenoles mediáticos de nuestra gran prensa.

He citado al maestro Valencia en el epígrafe inicial de este artículo, porque cuando un libro excelente llega a nuestras manos, hay que hacer gala de sus bondades. Pero diría más, hay que difundirlo, hay que tratar de contagiar del entusiasmo a los lectores para que participen de una experiencia formativa, lúdica y pedagógica, como bien lo evidencia el libro Colombia: La alegría de pensar. Libro que se gesta en la Universidad autónoma de Colombia, bajo la vigilancia de su rector Carlos Ossa Escobar, y que originalmente, cuando se concibió, fue dirigirlo a estudiantes en proceso de formación, pero después, la bola de nieve creció y bajo la orientación y el entusiasmo de Yolanda Gonzáles Paccioti y el Instituto superior de Pedagogía de la Universidad, tomo forma, para ser publicado por la revista Numero, que se encargo de hacer un impecable trabajo de edición.



El libro pretende según la compiladora convertirse en un “puente cultural entre generaciones”: trasmitir un legado, promover la alegría de conocer y de pensar, abrir espacios para desarrollar las capacidades y la autonomía, para presentar una visión cercana de la cultura colombiana con ejemplos reconocibles que constituyan una referencia de identidad. Para tal efecto se convocaron a mas de 25 artistas e intelectuales colombianos a escribir un articulo dentro de su esfera de acción que pudiera motivar al lector a una mejor compresión de los fenómenos, pero partiendo de una total libertad para introducir el tema de su área de conocimiento. Resultado: un libro ameno, que en algunos casos son simples artículos, y en otros verdaderos ensayos literarios, con todo el compromiso que implica la palabra. EL libro se divide en seis secciones bajo los sugerentes títulos : Leer, escribir, discutir-disertaciones sobre la literatura a cargo de William Ospina,, R-H Moreno Duran y Luz Mary Giraldo; Miradas sobre la diferencia – reflexiones filosóficas y periodísticas a cargo de Estanislao Zuleta , Maria Teresa Herrán; Historias d e vida – investigaciones urbanas de carácter social por Guillermo González Uribe y Fernando Cruz Kronfly; En torno a la ciudad- artículos sobre arquitectura y urbanismo a cargo de Rogelio Saltona y Alberto Saldarriaga Roa; Colombia y Latinoamérica- con notas sobre política a cargo de Cristina de la Torre y Martha Senn, Artes y Letras- con ensayos de Santiago Mutis, Jorge Orlando Melo (Julio Cesar y la futilidad de la guerra)y Carlos Duplat, entre otros. En el prologo a cargo de Rubén Sierra Mejía, se hace énfasis en recuperar un humanismo en la época de la posmodernidad para “educar un ciudadano capaz de comprender el momento en que vive, por encima de su profesión o del oficio que escogió para actuar en sociedad”. Se propone finalmente y haciendo un paralelo con el Quijote, en buscar una acumulación de nuevos sentidos en cada lectura, que como tal es una experiencia única e intransferible, de manera que no haya dos lecturas iguales hechas por dos lectores diferentes.




El articulo del escritor Germán Espinosa, llamado Boceto para un evangelio del buen lector en un buen abrebocas para iniciar el viaje vertiginoso que propone la multidisciplinariedad del oficio de leer : 1.- La lectura es una forma de hacernos contemporáneos con los seres humanos d e todas las épocas. A través de ella, podrás conversar con los hombres de años recientes o del pretérito más remoto. El buen lector es un viajero y ciudadano del tiempo. 5.- Nunca ocultes ni busque mayor justificación a tu disgusto por un libro. Si no te gustó, ello parte de tus fueros. 16.- Recomienda los libros que te gusten, pero no te esfuerces mucho en lograr que otros los lean. Si no lo hacen, ellos se los pierden.20.-No recibas concejos sobre la posición física en que debes leer. Si aquella que te gusta te joroba la espalda, déjala que se jorobe. 49.- Desconfía de los libros que reciben demasiada publicidad. El ruido jamás es heraldo de la sabiduría. 52.- Sé fiel a tu vocación de lector, hasta cuando tú seas tú mismo tú propio libro. Observaciones estas muy pertinentes tratándose d e un escritor tan experimentado en lo estilístico y tan reconocido en el panorama internacional de la literatura Colombiana como el autor cartagenero de Los cortejos del diablo.
Finalmente quiero resaltar dos textos sobre Colombia en la perspectiva urbana. Alberto Saldariaga plantea en su texto que Colombia debe hacer un gran esfuerzo en términos de patrimonio:” Salvar lo que queda es un consigna clara en la mentalidad de los ambientalistas y de los urbanistas conscientes. Acabar con lo que queda es la consigna que queda en la mentalidad agresivamente progresista de las grandes fuerzas del poder y del dinero. Salvar lo que queda es hoy día una voluntad de resistir a las fuerzas de la destrucción” Rogelio Saltona, en un hermoso articulo denominado “Un arte del espacio”, hace una aproximación a una definición de la Arquitectura en términos de los sensorial, lo urbano y lo cultural trascendente: “La arquitectura se alimenta del transcurrir del tiempo, de lo que pasa y va quedando. Su historia es una tradición viva, alimentada por el pasado, que le permite actuar con originalidad en el presente y preparar con ética el futuro. La arquitectura es cómplice de la ciudad, la construye, la transforma y la enriquece. La arquitectura es una permanente recreación, que implica un conocimiento de la historia en general y de la historia de la arquitectura en particular.”
Si Colombia debe asumir el cambio de milenio como el pretexto para la construcción de un proyecto de futuro, sin duda alguna este libro que retoma pedagógicamente”la alegría de pensar” desde una perspectiva heterodoxa, interdisciplinaria y creativa es un gran aporte para una lectura múltiple de nuestra compleja realidad.


MARIO NEREA GOMEZ
ARQUITECTO

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